martes, 10 de julio de 2007

Anti Semitismo e Israel

Leí una encuesta preocupante (hecha por la Liga Anti difamación en los EEUU) acerca del anti semitismo en los EEUU. Resultó que el grupo con los índices más altos de anti semitismo son los hispanos y, de estos, los hispanos no nacidos allí son los más altos. 44 por ciento de ellos están de acuerdo con ideas típicamente asociadas con el odio a los judíos, como por ejemplo que son traidores (es decir, se fincan su lealtad más a Israel que a su país de origen), que tienen demasiado control sobre los mercados financieros y que exageran el Holocausto para fines políticos. Podría significar que más o menos uno de cada dos personas podrían compartir estas actitudes acá en México.

¿Esto explica la posición anti sionista de la Jornada, de la izquierda en general y de Pedro Miguel en particular? Seguramente dirían que no odian a los judíos y que “algunos de sus mejores amigos” son judíos. Ojo: no estoy acusando a nadie—mucho menos a Pedro Miguel. En efecto, estoy seguro que él no comparte estas ideas. Pero muchos de sus lectores, sí—según esto, más o menos la mitad de ellos, aunque “algunos de sus mejores amigos son judíos.” Esta actitud se conocía en la Alemania nazi como el anti semitismo “culto”, en contraste con el anti semitismo “vulgar” de los grupos de choque nazi y los que no aguantaban ni estar bajo el mismos techo con un judío, etc.

Pero ¿por qué tanta hostilidad en contra de Israel, si no se trata del odio a los judíos? Consideren el caso de Francia, que no gana ni una fracción de la hostilidad dirigida en contra de Israel, aun cuando la mayor parte de las mismas acusaciones hechas típicamente contra Israel podía fácilmente ser hechas en contra del gobierno francés. La comparación francesa está lejos de ser el único ejemplo de la vara doble de la actitud anti sionista. Pero tiene la virtud de destacarla con claridad. La complicidad probable del estado francés en el genocidio en Rwanda (1994) por sí mismo opaca todas las ofensas de los derechos humanos que pueden razonablemente ser cargadas en contra de los israelíes. Las leyes draconianas contra-terrorismo de Francia infringen las libertades civiles tanto o más que Israel, y mucho más que las de los EE.UU. Para los que crean que la ocupación es la más grande de todos los males, hay el hecho de que tropas francesas han ocupado en varias ocasiones a varias naciones africanas durante los 40 años pasados para apoyar regímenes que apoyan intereses económicos y políticos franceses o ayudan a derrocar a los que no lo hacen. Esto, a pesar de que la amenaza a la seguridad que estos gobiernos presenta a Francia es insignificante comparada a aquél presentado a Israel por sus vecinos árabes. Cuando se trata del imperialismo, los israelíes se quedan muy cortos comparados con los franceses. Finalmente, el trato de Francia a su minoría musulmana deja mucho para ser desear, y es apenas mejor que el trato que Israel da a su propia minoría árabe musulmana (que incluye mucha discriminación). Las políticas de trabajo restrictivas de Francia han llevado al desempleo el 14 por ciento de la población inmigrante musulmana del país y, sobre todo, mucho más entre los jóvenes. El gobierno también ha prohibido a estudiantes musulmanes usar velos y otros símbolos religiosos en escuelas públicas - una restricción en la expresión religiosa musulmana que va mucho más allá de cualquier cosa hecha por los israelíes.

No es posible que un observador de buena voluntad con valores típicos de izquierda concluya que Israel es tanto peor que Francia. Quizás la diferencia se debe a la ignorancia. Muchos de los que pasen el tiempo y energía atacando a Israel pueden ser simplemente inconscientes de las políticas francesas comparables. Quizás se debe a la cobertura mediática mucha mayor a Israel. Pero eso evita la cuestión de por qué los intelectuales izquierdistas y los activistas pasan tanto más tiempo y esfuerzo aprendiendo acerca de los defectos israelíes que de los franceses, y de por qué los medios de izquierda los cubren mucho más. De cualquier punto de vista objetivo, las políticas de Francia son más importantes que las de Israel y merecen la atención mayor. ¿Es el anti-Semitismo la única causa de la desproporción entre las críticas izquierdistas de Israel y las de Francia? Casi seguramente que no. Pero de ser una causa importante, casi seguramente que sí.

3 comentarios:

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  2. Es absurdo acusar a La Jornada o a cualquiera de sus colaboradores de antijudaísmo. No muestras enlaces, no citas, simplemente descalificas. Y la izquierda es un cuerpo demasiado grande como para afirmar que "en general" sea antijudía. Considero positivo señalar que la izquierda no ha profundizado en sus críticas a Francia, pero eso no significa que deba dejar de criticarse a Israel. La crítica, en todo caso, debe ampliarse, no restringirse, y mucho menos caer en el chantaje por temor a ser considerado "antisemita".

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  3. Eratóstenes: Primero, felicidades por tu apodo. Eratóstenes es un de mis héroes de la ciencia.

    Parece que no leíste con mucha atención. Hice mucha énfasis en que no estaba acusando ni a la Jornado ni mucho menos a Pedro Miguel de odiar a los judíos.

    Mi escrito fue de una reflexión. No necesita ni citas ni enlaces para demostrar que la Jornada y sus articulistas son abiertamente partidarios de los palestinos. No necesito ni idem ni idem para demostrar que la prensa de izquierda internacional tiene un ánimo anti Israel.

    Estoy muy de acuerdo con tu último: la crítica debe ampliarse. ¿Cómo explicas tú que no se haya ampliado hasta ahora, para incluir a Francia (ya que usé ese país de ejemplo? ¿Qué tal si lo ampliamos para incluir a los palestinos? Por ejemplo, uno de los principios de la guerra justa es no atacar a los civiles. ¿Cuándo tanto Hamas como Fatah lo hacen abiertamente, diciendo que no hay civiles en Israel, por qué nunca les critica ningún articulista de la Jornada?

    Para ver un caso concreto de la tendencia anti Israel, puedes buscar el caso de al-Dura. Se trata de la famosa imagen capatada por la televisión francesa en el 2000, de un niño matado por balas israelíes, mientras su padre trataba de protegerlo. La imagen dio vuelta al mundo y logró tener un papel importante en la propaganda de al Qaeda. Hoy el caso se está procesando por la tribunal francés por falsificación y el periodista en jefe de noticias de ese canal de encubridor de falsificación.

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